Descubre por qué practicar un rutina de yoga por 40 días seguidos es una super-terapia que te ayuda a conquistarte cada día y a vivir con lucidez.
Cuando conocí el yoga acababa de romper con mi novia de hacía muchos años, estaba medio deprimido, me sentía fatigado y sin energía, quemado en el trabajo extenuante de mi empresa y no acababa de encontrar sentido más allá del éxito profesional y la comodidad de la vida material. Me mudé a vivir a Estados Unidos.
Fuí al psicoanalista, hice varias terapias y probé de todo, pero lo que realmente me ayudó fue el yoga.
Lo había probado antes pero por aquel entonces tenía la impresión que el yoga era una gimnasia pasiva para jubilados.
Ya sabes, unos ejercicios suaves donde estiras un poco el cuerpo y haces cosas raras como cantar mantras y tocar cuencos tibetanos. Una cosa medio hippie.
Allí en California, después de mi jornada laboral, sin responsabilidades familiares, tenía mucho tiempo y pude probar casi todas las escuelas de yoga habidas y por haber.
Fue allí donde conocí a mis primeros maestros como Yogui Bhajan y empecé la primera rutina de 40 días de yoga.
Una cosa es practicar en clase y otra muy diferente es una rutina diaria con un grupo de personas que se compromete a venir todos los días. La atmósfera y la experiencia son totalmente diferentes.
Ya te dije que no era ni soy especialmente disciplinado pero aquella propuesta me parecía muy interesante. Me van los desafíos de todo tipo y este era uno de ellos que me parecía sumamente atractivo.
La profesora estaba muy comprometida con darnos una experiencia que nos sirviese para poder instalar un hábito excepcional. Además, nos hacía sentir seguros en el proceso, nos acompañaba y nos daba lo necesario para saber que podíamos hacerlo, que cada día que pasaba nos conquistábamos un poquito más.
Y ahí estábamos, más de 70 personas, desde jóvenes díscolos hasta varias mujeres que bien pasaban los sesenta años, listos para recibir nuestra ración diaria de ejercicios de yoga que nos quitaba las telarañas del cuerpo y nos daba nuestra dosis de energía y serenidad, sin necesidad de estimulantes, y que duraba y duraba a lo largo del día y de las semanas.
Es difícil de explicar qué se siente en ese proceso porque son muchos aspectos donde hay cambios: físicos, energéticos, psicológicos, espirituales, de motivación, de descubrimiento personal.
Puedo afirmar decididamente que fue esa rutina de 40 días el motor de una serie de cambios que hicieron que recuperara la ilusión, la alegría de volver a sentirme vivo y la motivación de explorar.
Supe inmediatamente que ese hábito que estaba instalando con la práctica de 40 días era algo que podía seguir yo solo una vez que supiese cómo practicar por mí mismo.
No es como una terapia psicológica donde dependes de otra persona. No. La práctica de yoga es algo que tú haces por ti mismo cada día, es una terapia que te aplicas a ti mismo y está disponible toda tu vida.
Puedo dar testimonio de ello. Desde entonces no he dejado de practicar, no porque tenga que practicar todos los días como si fuese el sargento de hierro, sino porque te das cuenta que practicar no es penoso o aburrido, sino una delicia para el cuerpo y el alma sensible.
Es algo donde encuentras un refugio diario, una serenidad a través del encuentro siempre nuevo y fresco con la intimidad del cuerpo, de la respiración y de una mente que se hace liviana, serena y luminosa.
A través de esta rutina de 40 días espero que tú también encuentres o refuerces en tu práctica uno de los mejores aliados con los que puede contar una persona en este año 2023.
Rutina online 40 días de yoga. 185 €
Yoga puede convertirse en una super-terapia cuando se práctica diariamente. Practicar por cuenta propia no es siempre sencillo. 40 días quizás asusta un poco pero no debería ser así para los que quieren salir del agujero del cansancio o simplemente vivir una vida que merezca la pena ser vivida.
Lo que más cuesta es tomar la decisión, el resto viene sólo.
En el ayurveda 40 días es un periodo de transformación y sanación. En la tradición cristiana 40 días pasó Jesús en el desierto, 40 días y 40 noches estuvo Moises en el monte Sinai.
Es cada vez más normal acostarse tarde, estar distraído con pantallas hasta las tantas, levantarse cansado y de mal humor... Cortar con todos esos hábitos requiere un tiempo mínimo, algunos hablan de 21 días como mínimo, otros 40, otros 60. Lo importante es cultivar un hábito que te haga ver que es posible quebrar una espiral negativa y que te apoyes en un grupo de personas que te ayude.
No has de ser especialmente disciplinado, yo no lo soy, y tampoco tengo una voluntad férrea.
Recuerdo que mi padre solía decirme que se me pegaban las sábanas y que se criaba mala sangre si te quedabas dando vueltas en la cama.
No sé si tenía razón, pero años más tarde descubrí algo que te voy a contar aquí si lees hasta el final.
Porque hay muchas personas que creen que practicar yoga es para personas flexibles y jóvenes, y tienen miedo a practicar porque creen que no lo van a hacer bien o que es muy difícil. Y se sabotean así mismo con ideas falsas. Tengo que decirte que estás muy equivocado.
Si crees que practicar yoga es conseguir hacer las posturas finales que salen en las fotos, sobre todo si son las de esos jovencitos de mantequilla que salen en las revistas horribles de anti-yoga, es una idea sumamente falsa. Te cuento más abajo el porqué.
Lo segundo que has de saber es que, probablemente, hacer una rutina de yoga sea una de las mejores elecciones que harás para empezar el día por muchas razones que irás viendo en esta página.
En cuarto lugar no necesito que te apuntes.
Puedes tomar esto como algo arrogante pero no lo es. Muy al contrario. Es para que decidas con tranquilidad si te interesa o no.
Estás colocando tu tiempo y energía en alguien que sabe cómo crear una rutina excepcional acompañándote en directo y que va a hacer que cada día anheles seguir porque te vas a sentir muy conectado.
No te voy a enseñar absolutamente nada que no haya mostrado y experimentado conmigo mismo y con montones de personas durante 20 años de docencia.
Es muy sencillo.
Es una rutina fija de yoga que vamos a practicar todos los días, online, cada uno en su casa. Antes de empezar te voy a mostrar con absoluta claridad cómo se hacen y no te va quedar ninguna duda.
Comenzamos el 6 de febrero. El día 2 y 3 de Febrero voy a dar dos clases en directo (quedan grabadas) para mostrarte y explicarte la rutina.
No necesitas haber practicado yoga antes, no hay requisitos previos salvo que tengas alguna enfermedad o problema que te impida practicar (has de notificárnoslo).
La rutina llevará entre 45 y 60 minutos. Menos tiempo no es igual de beneficioso.
Cada día vas a notar una conquista que hace que te sientas muy confiada.
Iremos de menos a más. Progresivamente.
Todas las clases quedan grabadas por si hay un día que no puedes venir al directo, o por si quieres practicar en diferido.
No vamos a dejar nada sin aclarar hasta que te sientas confiado.
Vas a alucinar con las explicaciones que te voy a dar. Si crees que explico bien los temas de vedanta, creo que soy igual o más digno en yoga.
Sin una técnica apropiada, yoga-āsana es una auténtica broma.
Es como si aprendes a tocar música o a bailar danza clásica o cualquier cosa, en realidad
Necesitas una base técnica. Esto es así.
Si tienes dudas puedes preguntar ahí mismo en las dos clases previas a la rutina de 40 días.
Lo haremos juntos. Contestaré en persona tus dudas, y te corregiré si es necesario.
Corregir es muy importante porque mentalmente puedes puedes creer que estás haciendo bien pero tu cuerpo no hace lo que ha de hacer. O no sientes nada…
Este es un problema demasiado corriente en las personas que practican yoga.
Vas a ver claramente que aunque lleves 20 años haciendo yoga, no estabas haciendo con precisión, alineación o consciencia en todas las partes del cuerpo.
Lo vas a ver. Y vas a sorprenderte.
Repetiremos todas las posturas juntos.
Varias veces. Hasta que lo tengas clarísimo.
En las primeras clases hay pocas āsanas.
Si hay personas mayores o con problemas daré alternativas en todas las posturas para hacerlas con soportes (sillas, tacos..)
Tengo dos pantallas gigantes de 75 pulgadas delante para veros bien a todos.
40 días equivalen a casi todo un año en un centro de yoga con una clase a la semana.
Es mucho pero es la manera de que tu cuerpo y mente experimenten el beneficio real del yoga-āsana.
Estoy interesado en que practiques, en que conozcas realmente el beneficio de una práctica de verdad.
La fuerza del grupo te hace comprometerte de otra manera.
Si esto fuese una rutina para practicar tu solo, en tu casa, por tu cuenta, no tendría la misma efectividad que tiene hacerlas en grupo.
En grupo te comprometes a venir. Sabes que la gente está ahí todos los días. Quedas conmigo y con ellos. Te comprometes. Te levantas temprano.
Temprano es la mejor hora para practicar. Antes de irse a trabajar.
Luego vas al trabajo con las pilas recargadas.
Cámaras y acción
En la sala donde doy esas clases hay instaladas 4 cámaras y las controlo todas desde mi móvil, de manera que puedo sacar los ángulos de cada postura desde varios lados cuando lo necesite de forma inmediata.
Esto es algo que no suele hacer casi nadie pero ya sabes que me gusta hacer todas las cosas de forma muy profesional.
Seleccionaré los ángulos más apropiados para que veas lo que necesito que veas y podamos superar la barrera de no estar presencialmente.
Es totalmente efectivo hacerlo de forma online. Lo hemos comprobado y con otras rutinas de 40 días que hemos hecho en el pasado. Funciona.
Yoga no es una gimnasia pasiva para jubilados
Dicho esto, te cuento de qué va la rutina.
No importa si eres un practicante avezado o debutante.
Eso no importa porque aún habiendo practicado vas a ver cosas que nunca has visto y que probablemente estabas haciendo de manera incorrecta.
O sin consciencia.
O sin ninguna técnica detallada.
Nada de eso importa.
También da igual si eres mayor o joven.
Da igual si tienes estás duro como una piedra.
O si eres laxo como un flan.
Yoga-āsana no tiene nada que ver con ser flexible o duro.
La gente se obsesiona porque creen que tienen que hacer las posturas finales de las fotos de revistas, con chicas guapas en shorts (o mozos en malla ridículas). O como las fotos de personajes extraños con cuerpos similares a los de contorsionistas y faquires de una India un tanto exótica.
Y las personas creen que si no hacen la postura (final) como en la foto, se creen torpes y se sienten mal. Y lo peor, creen que esa postura es una āsana de yoga.
Ahora te voy a contar un secreto, gratuito, que puede cambiar completamente el ángulo de cómo miras la práctica de yoga. Y que es en realidad uno de los factores más importantes.
La postura es siempre, siempre, siempre… un medio, nunca un fin.
Lo pongo en negritas porque no puedo gritar aquí.
La postura nunca es un fin sino un medio.
El objetivo no es llegar a hacer las posturas sino qué se hace, cómo se hace y desde dónde se hace la postura.
¿Qué pasa cuando haces de esta manera y desde esa otra? ¿Qué sientes si haces así y asao? ¿Qué percepciones aparecen en tu piel? ¿Qué cambios notas en las articulaciones?
Es más un lugar de experimentación y autodescubrimiento que un destino final a “hacer y lograr”.
Yoga-āsana es un camino más que un destino.
Yoga-āsana no es “consumismo de posturas”.
No te voy a valorar mejor o peor porque seas más flexible o menos fuerte o porque “hagas” posturas para la “foto”.
Porque la postura es en realidad infinita.
Me interesa mucho más, y a ti te debería importar más, ver desde qué actitud haces yoga (¿Eres competitiva?), cómo te tomas las dificultades (¿Te frustras y te comparas con otros?) y cómo las vas superando (¿Te pones nerviosa o tienes paciencia?)
Esto sí es importante: Cómo te tomas la frustración, cómo es tu tolerancia, cómo afrontas los miedos a posturas desconocidas.
¿Empiezas muy entusiasmada y luego te vienes abajo a las primeras de cambio?
Eso es lo que me interesa como profesor, que la práctica te haga aprender de todo lo que puede desenvolver una práctica que involucra todo tu ser: desde tus entrañas, tu inteligencia, tu piel, tu carácter…
La práctica de asana es como la vida misma.
Me interesa el proceso porque es un proceso de madurez interna y yoga-āsana es un lugar donde vivir la vida en toda su entereza.
Donde vivir todas las emociones y sensaciones físicas, sensoriales, emocionales e intelectuales.
Las posturas no se conquistan de la noche a la mañana.
Y no depende de tu esfuerzo ni de tu voluntad exclusivamente,
Llevan tiempo.
Tiempo.
Se hacen, se cuecen.
Un un error que muchas personas comenten: Creer que practicar yoga es hacer la postura "final" o "el yoga para la foto".
Preguntas frecuentes
¿Qué día empieza?
El 2 y 3 de Febrero doy dos clases previas online para conocer la rutina y el 6 de Febrero comenzamos los 40 días terminando el día 17 de marzo.
¿Por qué 40 días?
Porque es el tiempo mínimo que lleva “programar/desprogramar” un hábito o costumbre.
¿A qué hora empieza la rutina?
En Europa a las 06.15 am de Madrid, España.
Para América habrá otra sesión a las 12.00 am de España (Las 8.00 de Argentina, Chile y Uruguay, las 6.00 de Colombia y las 5.00 am de Ciudad de México.
¿Por qué practicar temprano?
Porque la mente subconsciente/inconsciente es más accesible, y por tanto, más fácil crear hábitos duraderos . En general los efectos de las prácticas (espirituales o no) se van a sentir más por la mañana temprano.
Me cuesta levantarme temprano.
A mí también.
¿Tienes algún consejo?
Sí, acostarse antes y dormir 8 horas.
¿Merece la pena?
Ya lo creo.
El resto del día (23 horas) va a ser muy diferente.
¿Qué es lo más complicado?
Decidir que quieres hacerlo. Una vez decidido, el resto viene sólo.
Tus compañeros de rutina te esperan cada día a la misma hora. Esto ayuda (mucho) a levantarse. Lo normal es que sientas un deseo grande de levantarte (aunque cueste un momento) para conquistar el día.
¿Cuánto dura la rutina diaria?
De 45 a 60 minutos.
¿Quedan grabadas las sesiones?
Si, todos los días. Sino puedes venir, tienes la sesión grabada.
¿Cómo accederé?
En directo por Zoom y a las sesiones grabadas quedan en la plataforma durante 3 meses.
¿No es caro 185 €?
No, es barato.
Haz las cuentas. 40 sesiones equivale a 10 meses de clases (1 clase al mes aproximadamente) en un centro de yoga.
1 clase a l mes en un centro de yoga viene a costar entre 45 y 80 euros al mes, dependiendo de la escuela (Si es Yoga Iyengar, suele ser más caro).
Si tomamos de media 60 euros/mes, 10 meses son 600 euros.
La experiencia de 40 días seguidos no tiene nada que ver con tomar una clase a la semana.
¿Por qué es una super-terapia?
Porque comprometerte a hacer la rutina 40 días va mucho más allá de hacer unos ejercicios.
Te moviliza por entero. Nadie puede salir igual que entra en una de estas rutinas.
Ya sólo el hecho de comprometerse a acostarse antes y levantarse haciendo prácticas que mejoran tu condición física, energética y mental hacen que sea una super-terapia que te de una gran confianza en ti mismo.
Sino puedo estar en directo, ¿Puedo hacer la rutina?
Sí. Las sesiones quedan grabadas y puedes practicar en diferido a lo largo del día.
¿Qué pasa si hay dias que no puedo practicar?
No pasa nada. Puedes practicar 20 días, y vas a descubrir muchos beneficios: acostumbrarte a practicar de forma diaria, conocer una rutina de yoga, conquistar el día…
¿Qué pasa sino soy capaz?
Puedes descansar algún día. Los domingos, por ejemplo, hacemos una práctica restaurativa que te vendrá muy bien. Y sino puedes, el único compromiso que tienes es contigo misma y nadie más.
¿Qué aprenderé?
A practicar una rutina completa de āsanas que luego puedes practicar por tu cuenta. Tendrás una experiencia transformadora porque es imposible que salgas igual si haces todos los dias.
¿Es posible practicar bien yoga online?
Tal y como yo lo enseño es perfectamente posible.
¿Qué es yoga-āsana?
Āsana significa postura y asiento. Para que la postura sea de yoga, es decir, yoga-āsana, ese āsana ha de tener una tecnica y una actitud que te conduzca al estado de yoga.
¿Qué experiencia y certificación como profesor tienes?
Soy certificado en Yoga Iyengar por el RIMYI de India. He practicado con los mejores profesores de Yoga Iyengar a nivel mundial incluido con el propio B.K.S. Iyengar.
Soy certificado en Kundalini yoga por la AEKY.
He practicado en la mayoría de escuelas modernas como Sivananda, Ashtanga yoga, Bikram, Anusara y otros.
He recorrido media India en busca de profesores tradicionales con los que poder aprender.
Desde 2003 abrí mi propio centro de yogs (Yoga Flow) donde he estado enseñando de forma continuada junto con mi mujer Aurelie.
Rutina online 40 días de yoga. 185 €
Rutina online 40 días de yoga. 185 €
No toco de oidas, todo lo que enseño son más de 20 años de práctica